Es normal que la situación económica actual haga que muchos estudiantes se pregunten si realmente merece la pena estudiar un Máster tras terminar sus estudios universitarios.
La formación de posgrado supone un impulso muy importante de cara a conseguir un empleo dentro de una rama o sector específico, pero por supuesto, hay que saber elegir correctamente. No todos los Másters o cursos de postgrado implican una especialización profesional de calidad, existen algunos factores diferenciales a tener en cuenta, que no es fácil encontrar en cualquier Universidad o Escuela de Negocio.
Es importante entender un Máster como una puerta hacia el mundo laboral, basada en la especialización profesional. Por ello, es fundamental el contacto formativo con profesionales en activo que se enfrentan cada día a los problemas y necesidades que plantea su sector.
Existen pocas herramientas formativas tan valiosas como la experiencia, pero además, ésta debe combinarse con la actualización de conocimientos derivada de la implicación profesional del profesorado dentro de la rama impartida. Sólo así, los alumnos serán capaces de ascender al grado de diferenciación profesional que deben ofrecerles sus estudios de postgrado.
Hoy en día, la creación de una red de contactos activa y de calidad es uno de los requisitos fundamentales para desarrollar una carrera laboral exitosa. Los estudios cursados en las escuelas de negocios y dirección suponen una valiosa oportunidad para comenzar a tejer esta red con compañeros y profesores.
Esta es la razón por la que una Escuela de Empresa o de estudios de postgrado no debe ser considerada como el escenario de una etapa más dentro de un proceso de formación continua, sino como el trampolín para el salto hacia el mundo profesional. En este sentido, es fundamental que ofrezca a sus alumnos la posibilidad de comenzar a desarrollar una red de Networking profesional de calidad en su sector.
Para progresar profesionalmente dentro de un sector laboral es fundamental implantar unas bases de aprendizaje práctico. Las prácticas profesionales en empresas del sector en el que se está desarrollando esa formación especializada, funcionan como punto de entrada a dicho mundo laboral.
Esta es la razón por la cual, toda Escuela de Postgrado de calidad debe ofrecer una bolsa de empleo a sus estudiantes, orientada a la obtención de prácticas en empresas que funcionen como el complemento perfecto a sus estudios. De esta forma, los alumnos comenzarán a enfrentarse a los retos y requerimientos que demanda su sector, mientras continúan aumentando su formación, lo cual supone un aprendizaje más pragmático a la par que completo.