La Asociación Española de Fundaciones pone en marcha el Programa de apoyo a la creación de Fundaciones Comunitarias, en colaboración con la Fundación Charles Stewart Mott y el apoyo de la Fundación Daniel y Nina Carasso.
El objetivo es impulsar en España nuevas formas filantrópicas de ámbito territorial siguiendo un modelo de reconocido éxito internacional: las fundaciones comunitarias.
La fase de candidatura finaliza el 25 de marzo. Las presentaciones tendrán lugar los días 11 y 18 de marzo vía streaming.
La Asociación Española de Fundaciones (AEF), a la que pertenecemos a través nuestra Fundación Universidad Empresa de la Región de Murcia, ha abierto la I Convocatoria del Programa de apoyo a la creación de Fundaciones Comunitarias. Las Fundaciones Comunitarias (FC) son organizaciones no lucrativas cuyo fin es fortalecer y articular la comunidad en la que trabajan –localidades, comarcas, pequeñas ciudades o barrios– canalizando recursos y competencias para la resolución de necesidades e iniciativas de interés común a dicha comunidad.
Las FC tienen creciente presencia en todo el mundo y ayudan a personas, empresas e instituciones a mejorar la vida en su comunidad. La AEF cree que hay muchas personas y organizaciones que aman el lugar donde viven y que quieren contribuir al bienestar de su comunidad. Es misión de la AEF defender y promover las fundaciones como una forma de mejora de nuestras sociedades, nuestro bienestar y nuestros territorios.
Las FC forman un movimiento global, pero no hay dos FC idénticas, porque todas ellas están adaptadas a la historia, a la cultura, y a las tradiciones locales, en la búsqueda de soluciones conjuntas a los problemas de su propia comunidad, en el aprovechamiento de oportunidades, y en un determinado contexto histórico, geográfico y social, que son siempre únicos.
Las Fundaciones Comunitarias de todo el mundo sí que comparten cuatro capacidades básicas, que deben alcanzar durante sus primeros 1.000 días de vida y que son las que les permiten involucrar a las personas de la comunidad y aportar recursos de manera ágil, transparente, eficiente e inclusiva para contribuir a la solución de los múltiples retos a los que nos enfrentamos.
Esas capacidades son: saber escuchar a la comunidad, saber entregar recursos a las organizaciones locales, saber ser útiles para las personas y organizaciones donantes y saber comprender las necesidades y oportunidades que enfrenta la comunidad. Son fundaciones que acogen la diversidad y se nutren de la participación de todas y todos.
Internacionalmente, se considera como “comunitaria” a aquella fundación que se caracteriza porque:
- Contribuye a mejorar la vida de las personas en un ámbito geográfico limitado a lo local y claramente definido (típicamente, un barrio, una ciudad o una comarca).
- Presta atención a una gran diversidad de temas, con enfoque sistémico y colaborativo y con liderazgo.
- Actúa primordialmente concediendo apoyo financiero, sobre todo a otras entidades sin ánimo de lucro; para abordar toda una serie de necesidades y oportunidades que se presentan en cada momento histórico a su comunidad.
- Está regida por un patronato independientes de poderes políticos o económicos, reflejando la diversidad de su comunidad obtiene recursos de un amplio espectro de donantes, en su mayoría locales (individuos, empresa, ayuntamientos etc) que pueden ser económicos, tiempo o conocimiento.
- Tiene compromiso con la construcción de fondos permanentes, estables, y conocidos públicamente, que permitan un flujo estable e independiente de recursos de la comunidad para la comunidad.
- Ayuda a donantes a conseguir mejor sus objetivos filantrópicos, y promueven activamente la filantropía.
- Fomenta la cohesión de la comunidad, ayudando a ésta a decidir estratégicamente sobre sus necesidades y el modo de abordarlas, en colaboración las organizaciones de la zona.
- Promueve activamente la equidad y la construcción de capacidades sociales y de capital social.
- Desarrolla políticas y prácticas abiertas y transparentes en relación con todos los aspectos de su actividad, rindiendo cuentas públicamente con regularidad.
Pueden participar personas físicas, asociaciones, fundaciones, empresas y/o entidades empresariales privadas o de la economía social, y excepcionalmente entidades públicas, que deseen promover y constituir una fundación comunitaria, es decir, una organización privada, no lucrativa, siguiendo un innovador modelo internacional, para ayudar al desarrollo de su territorio de referencia (típicamente, una localidad, una comarca, o un barrio de una gran ciudad).
Eventualmente, podrán participar fundaciones ya constituidas que, por su trayectoria y vocación, quieran evolucionar a ser fundaciones comunitarias.
La AEF ayudará y acompañará a los seleccionados para conseguir:
- Constituir la fundación o refundarla.
- Definir el plan de viabilidad y el plan estratégico de la fundación.
- Establecer el programa de impacto y los indicadores de medición.
- Capacitar a sus gestores para la gestión avanzada de una fundación comunitaria.
- Perfeccionar los procesos de recaudación de fondos, de activación de recursos locales y de escucha e identificación de necesidades y soluciones.
- Participar activamente en la Comunidad nacional e internacional de fundaciones comunitarias, en eventos y en visitas de estudio.
- Cofinanciar los gastos de funcionamiento del primer año, una vez constituida o refundada la fundación: se proporcionará, como máximo, la mitad (pero no más de 15.000 €).
- FASE 0: CANDIDATURA. Del 8 de febrero al 25 de marzo de 2021
- FASE I: ACCESO. Del 7 de abril al 15 de mayo de 2021
- FASE II: GRUPO FUNDADORES. Del 20 de mayo al 30 septiembre de 2021
- FASE III: CREACIÓN DE NUEVAS FUNDACIONES. A partir del 1 de julio de 2021
- FASE IV: INGRESO EN LA COMUNIDAD DE FUNDACIONES COMUNITARIAS. A partir del 1 de octubre de 2021.
- 11 de marzo. Formulario de inscripción.
- 18 de marzo. Formulario de inscripción.