El cambio climático es una de las mayores amenazas que enfrenta a la sociedad en el siglo XXI. A lo largo de las próximas décadas, los impactos climáticos seguirán afectando el nivel global, poniendo en riesgo la salud humana, los recursos naturales y la sostenibilidad ambiental.
En este artículo explicaremos algunos de los cambios observados en los últimos años, impactos climáticos, impactos indirectos y efectos del calentamiento global que pueden afectar en la sociedad.
El cambio climático se refiere a alteraciones en el clima del planeta a lo largo del tiempo, debidas a factores tanto naturales como humanos. La principal causa del cambio climático actual es la emisión masiva de gases de efecto invernadero como el dióxido de carbono (CO2) y el metano (CH4) derivados de la actividad humana, que provocan el calentamiento global.
Según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), este fenómeno está ocurriendo a un ritmo sin precedentes en la historia registrada, con un aumento de la temperatura media global que ya supera los 1.1 grados Celsius en comparación con los niveles preindustriales.
El aumento del nivel del mar es una de las consecuencias más preocupantes del cambio climático. El deshielo d en los polos y la expansión térmica de los océanos están causando una subida significativa del nivel de las aguas.
Según el último assessment report del IPCC, se espera que el nivel del mar aumente hasta 1,1 metros para 2100 si las emisiones de gases de efecto invernadero continúan al ritmo actual.
Además de inundaciones, la subida del nivel del mar tiene implicaciones graves para la seguridad alimentaria y la calidad del agua en muchas regiones, ya que el agua salada puede infiltrarse en las fuentes de agua dulce y afectar la producción agrícola.
El cambio climático global está intensificando los fenómenos meteorológicos extremos. Los incendios forestales, las olas de calor, las tormentas y los huracanes son cada vez más frecuentes y devastadores. Estos eventos extremos afectan tanto a los sistemas naturales como a los seres humanos. Según el WHO, las olas de calor están ocurriendo cinco veces más a menudo en comparación con la media histórica del siglo XX.
Regiones como la del Mediterráneo y el este de Estados Unidos son de las más vulnerables al cambio climático, con temperaturas extremas y un aumento en la frecuencia de las catástrofes naturales. Estos eventos extremos como tormentas, incendios forestales e inundaciones causaron pérdidas económicas globales de más de 280.000 millones de dólares en el 2021.
Según el World Health Organization: se estima que el cambio climático provocará 250.000 muertes adicionales al año entre 2030 y 2050 debido a la malnutrición, el estrés por calor, la malaria y las enfermedades transmitidas por el agua.
Además, el cambio climático también afecta la salud mental y la salud pública, con el aumento de fenómenos como el estrés térmico, el desplazamiento forzado y la inseguridad económica.
Se estima que la exposición al calor extremo ha aumentado en 125 millones de personas. Este fenómeno es particularmente peligroso para las poblaciones más vulnerables como los ancianos y aquellos con condiciones médicas preexistentes. Se estima que la contaminación del aire también ha sido responsable de 7 millones de muertes prematuras.
El cambio climático también afecta los recursos hídricos. En muchas partes del mundo, las reservas de agua dulce están disminuyendo, lo que aumenta el riesgo de inseguridad alimentaria y escasez de agua potable.
Se estima que la disponibilidad de agua potable podría reducirse en un 40% para 2030 si no se implementan políticas para la gestión sostenible de los recursos hídricos.
Además, la temperatura del agua en ríos y lagos está aumentando, afectando los ecosistemas acuáticos y reduciendo la calidad del agua. Adicionalmente, el manejo inadecuado de aguas residuales agrava este problema.
Los ecosistemas terrestres y marinos están siendo afectados por el cambio climático. El deshielo y el aumento de la temperatura está provocando el desplazamiento de especies animales a nuevas zonas, modificando los ecosistemas. A su vez, las especies invasoras, que prosperan en condiciones climáticas cambiantes, están desplazando a las especies nativas, lo que altera los ecosistemas y reduce la biodiversidad.
Se estima que un 10-30% de las especies animales y vegetales están en riesgo de extinción si la temperatura media global aumenta más de 1,5 a 2 grados Celsius respecto a los niveles preindustriales.
A nivel global, las emisiones mundiales continúan aumentando a pesar de los esfuerzos por reducirlas . Las Naciones Unidas han instado a los países a intensificar su lucha contra el cambio climático, pero el uso continuo de combustibles fósiles sigue siendo un obstáculo significativo para limitar el aumento de la temperatura del planeta.
Para hacer frente al cambio climático, es esencial que las naciones tomen medidas concretas para mitigar los efectos y promover la resiliencia climática. Para ello, organizaciones como la ONU ha desarrollado acciones como la Agenda 2030 que incluye objetivos para mejorar la transición hacia energías renovables, el uso de tecnologías limpias y la adopción de prácticas agrícolas sostenibles. Otros tratados como el Acuerdo de París, sugieren limitar el aumento de la temperatura a menos de 2 grados.
Es imprescindible implementar políticas de adaptación al cambio climático que contemplen la protección de las zonas costeras, la gestión eficiente de los recursos hídricos, y la planificación urbana en áreas vulnerables. Entre las normativas clave se incluyen la prohibición de la venta de vehículos diésel y gasolina a partir de 2040, y la creación de planes de movilidad urbana sostenible. En la Región de Murcia, ciudades como Murcia, Cartagena, Lorca y Molina de Segura deberán reducir sus emisiones de gases contaminantes, siguiendo modelos como Madrid Central.
En este contexto, las organizaciones como ENAE Business School tienen un papel clave en la reducción de los efectos del cambio climático. Adoptar las directrices de la Agenda 30 u otras normativas, es fundamental para reducir el impacto en el planeta y, por ende, en los seres vivos. La escuela de negocios murciana cuenta con protocolos para el ahorro energético, la gestión eficiente del papel o realiza iniciativas como recogida de basura en entornos naturales. Estas acciones contribuyen a reducir los efectos negativos asociados a la actividad económica.
Adaptarse al cambio climático también tiene beneficios económicos. Las empresas que invierten en tecnologías verdes y en la reducción de emisiones están mejor posicionadas para enfrentar los riesgos climáticos y aprovechar oportunidades en mercados emergentes.
En este sentido, muchas empresas españolas ya están implementando medidas para mitigar los efectos y reducir su huella de carbono, contribuyendo al desarrollo de una economía sostenible. La nueva tendencia a una economía sostenible está dando lugar a nuevas oportunidades de empleo en sectores como la energía renovable y la gestión de recursos hídricos.
Gracias a la innovación de este campo, la mejora de capital humano e investigación en estas líneas suponen también una mejora de la productividad y la tecnología agrícola. Por ello, el avance tecnológico es una de las claves para enfrentar los desafíos del climate change.
Inversiones en innovación y la adopción de tecnologías sostenibles, como la inteligencia artificial, están ayudando a las empresas y gobiernos a gestionar mejor los recursos, predecir eventos extremos y mejorar la gestión empresarial en tiempos de incertidumbre climática.
Además, la formación especializada permite a los profesionales adquirir conciencia sobre esta problemática y, sobre todo, aprender a gestionar los desafíos actuales y futuros con una base estratégica y apoyados en las nuevas tecnologías. En este sentido, el Máster en Dirección de Agronegocios es un postgrado de alto valor en este momento, ya que los negocios del sector agro se enfrentan a nuevos retos climáticos añadidos. Por ello, especializarse en áreas como estas permite optimizar los recursos al tiempo que se respeta el entorno con negocios viables económicamente.