por Enrique Egea, Director Executive MBA, Director General de ENAE Business School y Director Gerente Fundación Universidad Empresa de la Región de Murcia
La evolución de la economía española a partir del tercer trimestre del 2013, según diversos indicadores económicos, muestra que está saliendo de la profunda crisis y doble recesión económica que ha pasado, período que a todos nos ha parecido que ha sido muy largo, dado que se inicia en el 2008. Hay empresas que no han sobrevivido, especialmente si estaban en el sector de la construcción e inmobiliario o estrechamente vinculado al mismo y otras que se encuentran muy exhaustas cuando empiezan a alcanzar la orilla. El cierre de tantas empresas lo han sufrido especialmente muchísimos trabajadores que se han quedado sin empleo y, en mucha menor medida, todos los que han visto sus sueldos disminuidos o congelados o bien han incrementado sus horas de trabajo por el mismo salario. Parece oportuno señalar aquí que los salarios medios que se perciben en el sector privado son del orden del 67% de los percibidos en el sector público. Estos hechos han desencadenado otros sociales y económicos que se intentan reparar conforme se pueda incrementar el crecimiento económico, pero no se debe pensar que se puede volver a la situación de los años 2004-2007. Entre otras razones, porque no se puede vivir endeudándose permanentemente gastando o, en su caso, invirtiendo mal a costa de los ingresos futuros.
El crecimiento económico del primer trimestre del 2014 fue del 0,4 % del PIB, subió al 0,6% en el segundo y ha sido del 0,5% en el tercero, por lo que se considera que el crecimiento en tasa anual estará alrededor e 1,2% del PIB de continuar esta tendencia. Desde el punto de vista de la demanda este hecho se ha debido a la contribución a la economía española tanto de la demanda interna como externa. En la demanda interna ha aumentado el consumo impulsado por un aumento en el empleo y una disminución en el ahorro. A su vez la consolidación fiscal prevista ha sido más suave de lo esperado, realizándose mediante el recorte del gasto en un 53% y en aumento de los ingresos en el restante 47%. En esta demanda interna, y con respecto a la inversión, se observa un detenimiento de la caída de la inversión en vivienda y un repunte de la inversión en bienes de equipo. También la demanda externa ha contribuido al aumento en el consumo por el comportamiento de las exportaciones menos las importaciones.
La demanda externa, y con ello el sector exterior, es un instrumento principal para la salida de la crisis y la doble recesión. Ha desempeñado un papel fundamental durante 2008-09 y 2011-13, años de la doble recesión, y ha ido recuperando el papel que le debe corresponder y que había perdido en el período de expansión económica 1997-2007. Ahora bien, la mayor parte de las exportaciones de bienes se realizan por las grandes empresas y la participación de la medianas y pequeñas empresas en el volumen total exportado es reducida, por lo que es muy importante conseguir hacer crecer el número de pequeñas y medianas empresas que pasen a exportar y que aumenten el volumen. Las empresas cuando salen al mercado exterior se dan cuenta que la competencia es más dura que en mercado local, por lo que incrementan su competitividad, tanto cara al mercado exterior como cara al mercado interno. Por ello, hay que insistir en aumentar las exportaciones de bienes. El impulso que han recibido las exportaciones se debe, entre otras causas, al aumento de productividad de algunas empresas, a la creciente diversidad de los mercados a los que se exporta y al aumento del número de empresas que han empezado a exportar. Las empresas exportadoras se consideran más grandes, productivas e innovadoras. El saldo comercial o de bienes que era muy negativo se ha corregido bastante gracias al aumento de las exportaciones y disminución de las importaciones. Ahora bien, el saldo comercial volverá a ser muy negativo en cuanto la economía empiece despegar y aumente el consumo y con ello las importaciones de bienes, que en unos casos se destinarán al consumo interno y en otros se reelaborarán para la posterior exportación. Diferente resultado se produce cuando a esta balanza comercial se le añade la balanza de servicios que, gracias principalmente al turismo, puede dar lugar a un superávit en la balanza de bienes y servicios. Un concepto más amplio que los anteriores es el de la balanza por cuenta corriente.
Desde el punto de vista de la oferta se observa un crecimiento de la producción industrial debido principalmente al comportamiento de los bienes intermedios y de los bienes de consumo duradero que han experimentado un aumento en su consumo, así como la producción de la industria de la construcción. Aunque no todos los bienes producidos por la industria muestran este crecimiento. Por otra parte hay indicadores de confianza que muestran una tendencia positiva. En el sector de servicios se observa también una expansión del comercio, otros servicios y del turismo. Así pues, tan erróneo es negar que los indicadores económicos están mejorando, tras cinco trimestres positivos, como creer que todo está solucionado cara al futuro, que la crisis se ha acabado del todo y que no pueden aparecer nubarrones que impidan una salida como la deseada.