Las empresas desarrollan sus actividades dentro de un entorno económico que puede diferir notablemente de unos países a otros. La empresa tiene que preveer el entorno económico en que va a desenvolverse y cuáles pueden ser las actuaciones de los gobiernos y otras instituciones según sea su evolución. Tan cierto es, en una economía globalizada, la sincronización de las fases de expansión y crisis de la economía, como el “decoupling” en las mismas.
La división de Operaciones lleva a cabo investigaciones y la instrucción en la toma de decisiones a través de la optimización, modelado y gestión de la incertidumbre, y en todos los aspectos de la función de las operaciones en las empresas.
Los modelos se utilizan para apoyar la toma de decisiones, para medir y gestionar y para mejorar la comprensión de las prácticas de producción y comerciales. Las áreas de aplicación en la que la división tiene especial experiencia incluyen la gestión de logística, distribución y cadena de suministro, gestión de ingresos, redes de recursos y sistemas de servicio, la valoración de los valores derivados y gestión de riesgos.
Las nuevas tecnologías se han convertido en imprescindibles para el funcionamiento diario y crecimiento de las empresas, siendo éstas un elemento diferenciador y generador, tanto de mayor productividad como de valor añadido a clientes y proveedores y un apoyo indispensable para la toma de decisiones.
La gestión del rendimiento de una empresa se apoya actualmente en tecnologías de Corporate Performance Management, que son la síntesis de los sistemas de información gerencial basados en Inteligencia de Negocios (Business Intelligence) y los modelos de administración del desempeño basados en el Cuadro de Mando Integral o Balance Scorecard.