Para mi hacer el MBA fue la “alineación de los planetas” en formato profesional ya que en 2005 compraron la empresa donde trabajaba.

La empresa comprada era cotizada y la compradora también, ambas de origen belga y ambas con estructura en España.

Esto desencadenó una incontrolable gestión de miedos, envidias, duelos…etc, y el MBA me ayudó a tener la perspectiva necesaria para no sólo mantener la posición que ocupaba, sino a asumir mayores responsabilidades que hasta ese momento.

Por otro lado y al acabar el MBA también realicé en ENAE un proceso de “coaching” durante casi un año y al acabar ya empezaba a asomar la peor crisis económica conocida en el país y hubo que prescindir de muchísimos compañeros de toda España.

A pesar de tener que realizar la desagradable función de despedir a compañeros – algunos desde hacía más de 10 años - , creo que tanto el MBA como el “coaching” lograron que tuviera la templanza necesaria para que a fecha de hoy no haya perdido la relación de amistad con esas personas.

Posteriormente – 2010 - la empresa se fusionó con otra empresa – también belga – y en 2013, el grupo vendió sus unidades de negocio en 6 países – entre ellos España – a otro grupo, en este caso holandés, y ahí me mantuve hasta 2014 en la que terminó mi relación profesional con dicho grupo.

La experiencia acumulada y la formación recibida me mantuvieron parado creo que 24 horas, ya que empecé a trabajar en un grupo francés en 2015 y hasta la fecha…

Y por último, pero lo mejor de ambos procesos ha sido las amistades sinceras del grupo que formamos dicho el XIII MBA. Tan es así que hemos asistido a bautizos, bodas, comuniones…de los compañeros y seguimos teniendo reuniones periódicas con la mayor parte de nosotros.

Por resumir las habilidades que más valoro en mi paso por ENAE han sido: visión global, gestión local, perspectiva y maximizar la gestión de recursos.
 

Desde el momento que finalicé mis estudios universitarios, tuve claro que necesitaba seguir formándome. No dude ni un instante en saber, que esa especialización me la ofrecía ENAE, tanto por las referencias que tenía como la visión de empresa que yo buscaba y que así me transmitieron desde la Escuela antes de iniciar el Master de Dirección de RRHH.

Encontré un grupo estupendo de compañeros, amigos y profesores de primera línea, implicados en la vida de las empresas donde conocí y profundicé en las metodologías y estrategias habituales en el quehacer diario de los profesionales de RRHH.

Un valor diferencial también lo obtuve cuando finalicé el Master, pues no fue sino, el comienzo de una aventura que hoy continua, donde comparto aprendizajes y experiencias con profesores.

En definitiva, pude conocer el valor diferencial que aportamos desde la gestión de personas al negocio y es así, como hoy puedo transmitirlo desde la posición de responsabilidad que ocupo.

Formo parte activa de Enae Alumni porque me permite acceder a seminarios y jornadas de diversa actualidad empresarial, lo cual me permite estar actualizado en las últimas novedades de mi sector y por supuesto, por la relación de networking que se genera entre compañeros y profesores.
 

Andrés Araez es el CEO del Grupo Araez (Patatas Pijo, Cash Arama), grupo empresarial del que asumió la dirección a la edad de 25 años. Andrés nos ofrece su testimonio sobre cómo le ayudó el Máster Executive MBA a afrontar el reto de la continuidad de una empresa fundada en 1976.

En el encuentro mensual de "Experiencias Alumni" tuvimos la oportunidad de conocer con detalles la historia y evolución de Andrés a lo largo de su carrera profesional. 

Como miembro de una empresa familiar, me acerqué a ENAE por la necesidad de afrontar la sucesión al frente del grupo empresarial. Al principo tuve muchas dudas porque pensaba que el Máster Executive MBA era demasiado exigente y que no iba a poder aprovecharlo. De hecho, el mismo Director de la escuela me ayudó a superar mis dudas y me motivó a seguir adelante, algo que, mirando con perspectiva el camino recorrido le agradezco enormemente. 

Me decidí por el Máster Executive MBA porque tocaba distintas áreas de la empresa de una forma extensa. Tenía la necesidad de entender todas las áreas y departamentos de la empresa, por lo que el MBA fue la solución más adecuada para resolver los problemas que tenía que afrontar como CEO del grupo empresarial.

El profesorado en mi opinión fue excepcional, son profesionales destacados en sus respectivas disciplinas, que te aportan su experiencia de años, algo fundamental ya que gracias a ese conocimiento se evitan errores que de otra manera serían inevitables. 

Después de estudiar la carrera de Derecho me di cuenta que necesitaba una visión más global del mundo de la empresa, una formación que me hiciera entender los departamentos que componen una compañía, por eso me incorporé al Máster Executive MBA para directivos.

La experiencia fue muy gratificante ya que me abrió la mente a toda la generalidad de la empresa y me vino muy bien a nivel profesional.

ENAE sigue siendo muy importante para Soltec, seguimos trabajando mucho en colaboración con la escuela de negocios, colaborando en el desarrollo de programas de formación específicos, por ejemplo SolTech, donde formamos a 40 ingenieros recién titulados, muchos de los cuales actualmente están trabajando en México, Brasil y en la sede de Madrid.

Para mí ENAE es la escuela de negocios de referencia, ha sido muy satisfactorio formarme y colaborar con la escuela a lo largo de estos años y por supuesto, en un futuro donde la formación es obligatoria para las empresas que necesitan seguir siendo competitivas en un mercado globalizado.
 

Laura Muñoz es winemaker en Casa Rojo Enología Creativa. En esta entrevista Laura nos cuenta como ha sido la experiencia de realizar el máster en Comercio Internacional con ENAE Business School y del posterior nacimiento de su empresa, Bodegas Casa Rojo, que creó, junto a su marido José Luís, en 2011.

¿Cómo surgió la iniciativa para crear este proyecto?

Parte fundamental de tener la iniciativa, la capacidad y la ilusión de montar un proyecto propio ha sido la formación.

Yo en 2003 me encontraba en un momento donde había estudiado en su momento filología inglesa, me quería ir a vivir al extranjero, pero no tenía muy claro, si dedicarme a la docencia.
Era algo que tampoco me terminaba de llamar muchísimo la atención como para que fuese mi carrera profesional, y me hablaron del comercio exterior y empecé a interesarme por el comercio internacional, por mis ganas de viajar, de conocer otras culturas, de lo que supone en una empresa poder llevar tus productos a otros países.

Eso me parecía alucinante y tuve la oportunidad de conocer la Escuela de Negocios ENAE. Eso supuso un antes y un después en mi vida personal y profesional.
En ese momento, no sabía si tendría la capacidad o no, de formarme en ese Máster de Comercio Exterior que ENAE tenía como curso formativo, porque yo no tenía el background de finanzas. Aun así, fui a la entrevista.