El 18 de septiembre se celebra el Día Internacional de la Igualdad Salarial, una jornada que tiene como objetivo concienciar sobre la importancia de cerrar la brecha salarial entre hombres y mujeres. Este tema continúa siendo una cuestión central en la lucha por la equidad de género, ya que a pesar de los avances logrados, las diferencias salariales persisten, sobre todo, en los niveles más altos de las organizaciones donde se presenta el llamado "techo de cristal".
Desde ENAE Business School, a través del programa a "Liderazgo para directivas", nos esforzamos por impulsar el avance de las mujeres en el entorno empresarial de la Región de Murcia, ayudándolas a superar obstáculos y alcanzar roles de liderazgo.
La brecha salarial de género se puede dividir en dos componentes clave: explicables y otros no explicables. El componente explicable incluye factores que influyen directamente en la remuneración, la experiencia laboral, el tipo de empleo y las características específicas de la empresa.
Aunque estos factores han disminuido de forma significativa, el componente no explicable, vinculado a cuestiones como la discriminación salarial y otros factores intangibles, continúa siendo el desafío persistente.
Según un estudio, la brecha salarial de género en España durante los últimos años ha pasado de un 22% (2008), reduciéndose a un 18% (2021). Esta reducción de la brecha salarial entre mujeres y hombres se debe a factores como el aumento del salario mínimo interprofesional, la igualdad del nivel educativo entre ambos sexos, el crecimiento económico desde la Gran Recesión.
Lo que se ha observado es que las diferencias entre hombres y mujeres son más pronunciadas cuanto más se incrementan los salarios. En 2018, los percentiles 90 y 95 de la distribución salarial, los hombres ganaban un 18,6% y un 21,2% más que las mujeres, incluso cuando estas contaban con las mismas características productivas.
Este fenómeno, conocido como "techo de cristal", sugiere que, aunque las mujeres han avanzado en cuanto a educación y experiencia, enfrentan barreras significativas para acceder a los niveles más altos de compensación salarial. El mercado laboral sigue siendo desigual, y las políticas de igualdad de género deben seguir promoviendo cambios estructurales que permitan reducir estas disparidades.
Uno de los efectos más preocupantes de la brecha salarial de género es la perpetuación del llamado "techo de cristal". Este término se refiere a las barreras “invisibles” que impiden que las mujeres asciendan a posiciones de poder y liderazgo dentro de las organizaciones.
El techo de cristal no solo tiene consecuencias para las mujeres, sino también para las organizaciones. La falta de diversidad y talento de las mujeres en los equipos de liderazgo puede limitar la innovación y la creatividad, elementos esenciales sobre todo en el mundo empresarial ya que en el sector público ocurre en menor medida en comparación al sector privado.
Para combatir de manera efectiva la brecha salarial de género en España es fundamental que las empresas y los gobiernos implementen políticas más agresivas y específicas. Algunas medidas efectivas incluyen:
Eliminar la brecha salarial de género sigue siendo un problema relevante en el mercado laboral español, especialmente en los niveles salariales más altos. Aunque se han logrado avances, aún queda mucho por hacer para cerrar esta brecha por completo.
Las empresas y los gobiernos deben fomentar la igualdad de género y eliminar las barreras que impiden el avance profesional de las mujeres sobre todo en puestos directivos. Al hacerlo, no solo se beneficiarán las mujeres, sino a la economía en su conjunto.