En general se entiende que los mercados cautivos están asociados a una capacidad de demanda -generalmente son individuos- que están limitados de manera geográfica y con limitadas capacidades para tener alternativas substitutivas en el consumo. En esencia, ese es el modelo de distribución de demanda que se ha conformado por la cuarentena, en los diferentes edificios o, más ampliamente, en barrios de las ciudades de Colombia.
Esta situación de los mercados cautivos se puede ejemplificar también en los casos de universidades, mucho mejor si los campus universitarios están relativamente aislados. Esta delimitación espacial de demanda presenta para las empresas la oportunidad de llegar a esos mercados, mejorando en especial los canales de distribución y acceso a productos y servicios. Se reconoce, además, que, a partir de estas condiciones, se pueden desarrollar mecanismos de lealtad de firma, de manera consistente y arraigada.
Estos elementos pueden aprovecharse para las empresas o unidades de producción, distribución y consumo de bienes y servicios, en particular en el caso de edificios de apartamentos que ahora tienen a sus residentes confinados debido a la cuarentena impuesta con motivo del ataque del coronavirus covid-19.
Se trata de aprovechar estas condiciones para desarrollar una excelente atención a la clientela, con productos de calidad. El aspecto a subrayar aquí es que las empresas cuyos productos y facilidad de acceso puedan presentarse como mejores pueden tener un mercado con mucha probabilidad de aceptación y lealtad.
Por supuesto que los otros ámbitos de toda estrategia competitiva mediante la innovación no deben nunca descuidarse:
Producto o servicio de calidad.
Facilitación de canales y acceso a productos y servicios.
Excelentes niveles de atención a la población objetivo.
Con especial énfasis, en este caso de cuarentena por el virus covid-19, se reitera, lo importante es tener la capacidad de abastecer a mercados cautivos que se han conformado tanto en relación a la demanda efectiva, como respecto a la necesidad de excelencia en la atención al cliente. En todo caso, no es de olvidar, que nada substituirá a productos de calidad.
Este mecanismo de identificación y aprovechamiento de mercados con accesos restrictivos a ofertas alternativas es una condición que muy bien se puede tomar en cuenta por parte de empresas competitivas, en medio de toda esta dinámica de escenarios inesperados en los que nos ha colocado la afectación del coronavirus covid-19.