por Enrique Egea, Director General de ENAE Business School y Director Gerente de la Fundación Universidad Empresa de la Región de Murcia
Son mucha las opiniones sobre la salida de la recesión económica con el final del año 2013 y llegada del 2014, así como la existencia de algunos datos de los que así puede desprenderse. Al mismo tiempo, son muchas las opiniones que mencionan que la salida de la recesión económica será lenta, que quedan diversos escollos que superar, que hay reformas que todavía no están terminadas y algunas que faltan por hacer. Es decir, que conviene ir poco a poco solventando las dificultades que surjan, pero con el decidido propósito de incrementar la inversión, el consumo y el saldo positivo de la balanza por cuenta corriente. Nos vamos a referir en este escrito al consumo, que es una variable que viene a suponer un 75% del valor del PIB desde el punto de vista de la demanda agregada. Dentro del consumo se distingue entre el de bienes no duraderos, como los relativos a la alimentación, que tienen un comportamiento más estable en las crisis económicas y los duraderos, como coches, muebles y otros, que sufren mayores variaciones durante las crisis económicas. Con respecto al consumo se manifiestan las siguientes cuestiones.
Primera, el factor que ejerce la principal influencia en el nivel de consumo es la renta real disponible de las personas que depende principalmente del empleo. Como cualquiera puede deducir, cuando el empleo aumenta sube la renta real disponible y cuando el empleo disminuye baja la renta real disponible. Por consiguiente, hay que detener la destrucción de empleo y empezar a crear empleo en términos netos, sin que disminuya la población activa. Otro hecho que contribuirá a aumentar la renta disponible, pero en menor medida, es que los salarios no sigan bajando y que la inflación continúe en índices muy bajos. Es probable que la mayor parte del sector privado haya hecho ya los ajustes vía salarios para incrementar la productividad y la competitividad y pueda aumentar los salarios, aunque sea en un porcentaje muy reducido. Cuanto más aumente la productividad más podrán subir los salarios, y no debería ocurrir como hasta ahora que los aumentos de productividad han procedido principalmente de la disminución de empleo, es decir en muchas empresas la disminución del empleo ha sido superior a la disminución de la producción, por lo que ha aumentado la productividad de los que permanecen.
Segunda, otro de los factores que influye en el nivel de consumo es la riqueza de las familias, que viene dada por la riqueza inmobiliaria, casas, fincas y otros, y la riqueza mobiliaria, acciones, obligaciones y otras. Se espera para el 2014 que los precios de las viviendas y otros activos inmobiliarios no bajen más, sino que establecido el suelo de los mismos se inicie una lenta subida, aunque no se llegará a los niveles alcanzados en el 2007. Igualmente, si se producen los vaticinios sobre la subida de la bolsa hará subir la riqueza mobiliaria. El hecho de que las familias se sientan más ricas ayudará al aumento del consumo, en especial en bienes de consumo duradero.
Tercera, otro de los factores influyente el nivel de consumo son los tipos de interés, dado que si son bajos facilitan la contratación de préstamos con la finalidad de adquirir bienes de consumo duradero. A corto y medio plazo no se espera una subida de los intereses de referencia fijados por el Banco Central Europeo, que era en mayo del 2013 el 0,5% y en noviembre el 0,25. Se espera que los tipos de interés nominales que se aplican actualmente por las entidades financieras para el consumo que están alrededor el 8% deben de bajar a fin que los objetivos de la política monetaria se cumplan, lo que supone que vaya desapareciendo la fragmentación que existe en el mercado financiero español y haya mayores cantidades de dinero destinadas a préstamos para el sector privado. Los vaticinios son que aumentarán las cantidades prestadas al sector privado durante el 2014 en relación a lo que ha sucedido estos últimos años. En el caso imprevisto de que en el corto y medio plazo suban los tipos de interés dificultaría la recuperación del consumo, y también de la inversión.
Cuarta, otros factores influyentes son el ahorro y el endeudamiento de las familias. Con respecto al primero no se espera que baje la tasa de ahorro dado el elevado endeudamiento de las familias, por lo que éstas tratarán de ir reduciendo su nivel de endeudamiento. Por lo tanto, lo previsible es que no haya contribución de este factor al aumento del consumo.
Quinta, otros factores que afectan al consumo son los impuestos y las subvenciones. Hasta ahora han aumentado los primeros y se compensa el aumento de subvenciones relacionadas con el empleo y la disminución de otras a distintas finalidades. Cualquier subida impositiva termina afectando a la renta real de las personas porque lo que induce un menor gasto en consumo.
Sexta, el comportamiento de los intermediarios financieros ya que si éstos reducen los préstamos concedidos hay menos posibilidades de financiar gastos dirigidos al consumo. En estos últimos, el crédito a las familias ha presentado una tendencia a la disminución, se espera haber alcanzado el mínimo de esta tendencia y que las disponibilidades de crédito a las familias aumente a partir de 2014.
Consideradas estas cuestiones se espera que el consumo aumente en 2014, pero lo hará lentamente como se puede deducir de lo expuesto.