Laos conocido desde la antigüedad como Lan Xang o Tierra de un Millón de Elefantes, es uno de los países más enigmáticos de Asia. Oficialmente “República Democrática Popular de Laos”, es un país interior en el Sudeste asiático rodeado por Myanmar (Birmania), China, Vietnam, Tailandia y Camboya.
Con un crecimiento anual medio del PIB en torno al 8% durante la última década, Laos ha encontrado su lugar entre las economías que más rápido crecen en Asia. De hecho, está previsto que sea la segunda economía emergente de 2016 según The Economist.
El partido The Lao People’s Revolutionary Party –LPRP-, celebró recientemente el 40 aniversario de su llegada al poder, un periodo que ha estado marcado por un lento y constante progreso en la implantación de reformas orientadas a la economía de mercados.
Estos esfuerzos culminaron con el acceso formal a la Organización Mundial del Comercio en febrero de 2013.
Los acuerdos comerciales que han contribuido a este crecimiento presentan en la actualidad varios retos para el Gobierno de Laos, destacando los compromisos adquiridos en 2015 en el despegue del ASEAN Economic Community (AEC) y la puesta en marcha de las reformas económicas y leyes comerciales que permitieron la entrada de Laos en la OMC.
A pesar del gran crecimiento del PIB, la economía de Laos está muy orientada a la explotación de recursos naturales, particularmente a la minería, energía hidráulica y explotación forestal, lo cual repercute significativamente en costes medioambientales y sociales. Laos sigue siendo una de las regiones más agrícolas de Asia, con aproximadamente 2,3 millones de personas empleadas en agricultura de subsistencia. Hay, por lo tanto, una necesidad de diversificación.
Después de haberse estancado en un nivel por debajo de 300 millones de dólares, la Inversión Extranjera Directa en Laos aumentó en los últimos años (más de 720 millones de USD en 2014).
El Gobierno implantó una política nacional de promoción de la IED, pero todavía hay obstáculos para atraerla, especialmente la demora de los procedimientos para obtener las autorizaciones necesarias, las desigualdades en términos de beneficios fiscales, el alto costo de algunas tarifas aplicadas y una infraestructura de mala calidad. Laos se ha estado moviendo de manera constante en el Ranking de negocios publicado por el Banco Mundial, ocupando el puesto 134 de 189 países en el año 2016.
Los actores regionales están superando lentamente a los grupos occidentales y las instituciones multilaterales en el sector hidroeléctrico. Por ejemplo, Tailandia se ha beneficiado ampliamente de la electricidad generada en Laos y por lo tanto ha invertido fuertemente en ella.
Los proyectos en las áreas de producción de energía hidráulica y la explotación de los recursos mineros representan la mitad de la inversión extranjera acumulada en los últimos diez años. La infraestructura de transporte, el turismo y los grandes proyectos agroforestales también están atrayendo a nuevos inversores. Los principales países inversores son grandes vecinos de Laos: Vietnam, China y Tailandia, seguido de Francia.
A pesar de que el progreso económico en Laos se ve entorpecido por la baja productividad de la agricultura - contribuye en menos de un tercio al PIB de Laos-, por los débiles sistemas de educación y sanidad, la mala gestión económica y la pobre infraestructura de transporte, todavía hay espacio para el optimismo.
El AEC en 2015 y la asunción de la presidencia del ASEAN en 2016 ofrecen opciones, hasta el momento inexistentes, para reformar el país. Si la ASEAN fuera un solo país, se situaría como la séptima economía mundial, por detrás de los EE. UU., China, Japón, Alemania, Francia y Reino Unido. La creación de un mercado único, aumenta la competitividad internacional y el atractivo para la inversión.
Las oportunidades de negocio e inversión en Laos pasan por la creación de una capacidad sostenible en materia de infraestructuras, incluyendo las áreas de energías renovables e infraestructuras de red eléctrica inteligente, transportes, suministros de agua y gestión de residuos e ingeniería y servicios de consultoría técnica.
Es una región con una necesidad urgente de crear infraestructuras sostenibles que permitan y procuren su transición hacia la prosperidad económica.
Según el Banco Asiático de Desarrollo, se espera que la economía de Laos crezca en 2016 y 2017 debido a una expansión de las exportaciones de electricidad, construcción y servicios. Una mejora en las prácticas comerciales y la entrada de inversiones, unido a menores costes de los combustibles ayudará a facilitar el equilibrio de la balanza comercial y la inflación.
La publicación estandarte de esta entidad, el Asian Development Outlook (ADO) 2016, informa de que el PIB de Laos crecerá alrededor de un 6,8% en 2016, un poco más que en 2015 (6,7%), antes de alcanzar el 7,0% en 2017. El impacto del bajo crecimiento de sus relaciones comerciales con China se ve contrarrestado por la previsión de crecimiento de las mismas con Tailandia y con Vietnam.
Se ha proyectado que la producción de electricidad se mantenga en un ritmo de crecimiento fuerte en la medida en que nuevas plantas hidroeléctricas se pongan en marcha a lo largo de este año. Los trabajos de construcción de las plantas hidroeléctricas, el desarrollo de nuevas construcciones residenciales e industriales y la fuerte expansión de los servicios impulsados por el crecimiento en turismo, finanzas y telecomunicaciones, respaldarán el crecimiento del PIB.
Según esta misma fuente, Laos necesita reforzar su posición exterior a través del establecimiento de políticas fiscales y monetarias que mitiguen su vulnerabilidad y a través de la diversificación de las exportaciones, mejorando el entorno doméstico de negocios para estimular las manufacturas. Respecto a las relaciones comerciales, cabe señalar que los artículos de confección textil representan el 85% de las exportaciones que realiza Laos a la UE.
- Energía hidráulica,
- Extensión red eléctrica
- Energías renovables,
- Tecnologías para maximizar la eficiencia de la red
El establecimiento del mercado único y el respaldo de la ASEAN abren un amplio abanico de posibilidades de negocio en sectores tan diversos como infraestructuras, bienes de consumo, energéticos, distribución comercial, sanitaria, alimenticia, gestión medioambiental y servicios financieros.