¿Qué es la lexicalización de una marca?
En el mundo del marketing y la economía de marcas, lograr el reconocimiento y la diferenciación es un objetivo clave. Sin embargo, en algunas ocasiones, el éxito de una marca puede llegar a tal punto que su nombre deja de ser visto como un identificador comercial y se convierte en el término genérico de toda una categoría de productos. Este fenómeno se conoce como lexicalización de una marca, un concepto clave en la evolución del branding y su impacto en el lenguaje cotidiano.
La lexicalización de una marca ocurre cuando el nombre comercial de un producto se populariza tanto que pasa a representar genéricamente toda la categoría de productos similares. En otras palabras, en lugar de referirse a una empresa o producto específico, los consumidores utilizan la marca como sinónimo del concepto general.
Este fenómeno se da cuando una empresa logra un posicionamiento dominante en el mercado, lo que provoca que su nombre se integre de forma natural en el lenguaje cotidiano. Si bien puede ser visto como un símbolo de éxito en términos de reconocimiento, también puede representar un riesgo legal: cuando una marca se vuelve completamente genérica, puede perder su estatus de propiedad registrada y dejar de tener protección exclusiva.

El proceso de lexicalización es un fenómeno que se desarrolla con el tiempo y es impulsado por la percepción de los consumidores, el marketing y la falta de términos alternativos para designar un producto.
Origen y causas de la lexicalización
La lexicalización de una marca puede deberse a diversos factores, entre los que destacan:
- Falta de competencia directa: Cuando una empresa introduce un producto innovador y no tiene rivales inmediatos, su nombre comercial suele convertirse en el término de referencia. Esto sucedió con marcas como Velcro, que desarrolló un sistema de cierre innovador sin competencia al principio, lo que llevó a que su nombre se utilizara como sinónimo del producto.
- Uso masivo por parte de los consumidores: A medida que un producto se convierte en un elemento de uso cotidiano, el nombre de la marca se introduce en el vocabulario popular. Ejemplos claros de esto son Rimmel, que se usa para referirse a cualquier máscara de pestañas, y Tupperware, cuyo nombre se ha convertido en sinónimo de recipientes plásticos de almacenamiento.
- Publicidad y posicionamiento fuerte: Algunas empresas invierten tanto en branding y publicidad que los consumidores terminan identificando el producto con su nombre comercial, en lugar del nombre genérico. Un ejemplo clásico es Coca-Cola, que en muchas regiones se usa para referirse a cualquier tipo de refresco de cola, aunque existan otras marcas en el mercado.
Un caso paradigmático de este proceso es el de Google. Aunque existen otros motores de búsqueda, el verbo "googlear" ha sustituido prácticamente la acción de "buscar en internet", independientemente de la plataforma utilizada.

Ejemplos de marcas que han sido lexicalizadas
A lo largo de los años, muchas marcas han pasado por este proceso, algunas logrando conservar su estatus comercial y otras perdiendo sus derechos exclusivos.
Ejemplos de marcas que han sido lexicalizadas pero mantienen su estatus comercial:
- Kleenex (pañuelos desechables)
- Chupa Chups (caramelos con palo)
- Tupperware (recipientes de plástico)
- Jacuzzi (bañeras de hidromasaje)
- Velcro (cierre de gancho y bucle)
- Photoshop (edición de imágenes digitales)
- Post-it (notas adhesivas)
- GoPro (cámaras de acción)
Ejemplos de marcas que perdieron su registro legal:
- Aspirina (originalmente de Bayer, ahora término genérico para analgésicos)
- Yo-Yo (antes de Duncan, ahora sin exclusividad)
- Thermos (antes una marca registrada, ahora un término genérico)
- Escalator (anteriormente marca registrada, ahora sin protección)
- Zipper (cierre de cremallera que perdió su exclusividad comercial)
Consecuencias de la lexicalización
La lexicalización de una marca puede ser un arma de doble filo. Por un lado, significa que el producto es ampliamente reconocido y domina el mercado. Sin embargo, también conlleva ciertos riesgos:
- Pérdida de la exclusividad legal: Si una marca se vuelve completamente genérica, pierde su protección legal, permitiendo que cualquier empresa use el término sin restricciones.
- Dificultad para diferenciarse: Una vez que el nombre se ha convertido en un término genérico, la empresa puede enfrentar problemas para diferenciarse de la competencia.
- Menor control sobre la marca: Si el nombre de la marca se vuelve parte del lenguaje cotidiano, la empresa pierde la capacidad de regular su uso y asociarlo exclusivamente con sus productos.
Estrategias para evitar la lexicalización
Para evitar que una marca pierda su protección comercial, muchas empresas implementan estrategias específicas:
- Educación al consumidor: Las empresas pueden lanzar campañas de concienciación para recordar a los consumidores que su nombre es una marca registrada. Ejemplo: Velcro ha utilizado anuncios donde educa sobre el uso correcto del término.
- Uso de términos genéricos junto con la marca: En comunicación y publicidad, las empresas pueden acompañar su nombre con el término genérico del producto. Ejemplo: "pañuelos de papel Kleenex" en lugar de simplemente "Kleenex".
- Refuerzo de la identidad corporativa: En lugar de centrarse en un solo producto, las marcas pueden diversificar su cartera de productos para que su nombre no se limite a una categoría específica.
La lexicalización de una marca es un fenómeno que refleja el éxito y el reconocimiento comercial, pero también puede representar un riesgo para las empresas. Un equilibrio entre visibilidad y protección legal es clave para garantizar la longevidad y el valor de una marca en el mercado.