Seguro que en más de una ocasión has escuchado eso de “más vale prevenir que curar” y aunque parece solo una frase hecha es una verdad absoluta. Según diversos estudios, por cada euro invertido en prevención de riesgos laborales, el retorno es de 2,54 euros en términos de productividad y ahorro de costes sanitarios. Además, se reduce el absentismo y mejora el bienestar de los empleados.
Es más, Cepyme y las patronales advierten que el coste de las bajas laborales para las empresas superó en el año 2023 los 12 millones de euros. Todo esto sin contar otros costes asociados como la sustitución de las personas o los bienes o servicios que dejan de producirse por la baja profesional. Pero, ¿por qué existe una tendencia ascendente? ¿Existen suficientes mecanismos, recursos y protocolos para la prevención de riesgos laborales?
A continuación vamos a hacer un recorrido por la prevención de riesgos en las empresas con el objetivo entender la importancia de esta cuestión en el plano laboral. Abordaremos las tipologías, la legislación y las mejores estrategias para los profesionales de los recursos humanos. No obstante, la clave siempre será una buena formación como el Máster en Dirección de RRHH y People Analytics de ENAE, actualización constante y compromiso con la salud laboral de los trabajadores. ¡Comprueba si tu empresa ejecuta las mejores prácticas!
Para empezar, la prevención de riesgos laborales es un conjunto de políticas y prácticas orientadas a proteger la salud, seguridad y bienestar de los trabajadores en su entorno laboral. Este enfoque no solo busca evitar accidentes, sino también prevenir enfermedades y daños derivados que puedan surgir en el ámbito laboral.
La implementación de estrategias de prevención de riesgos laborales es esencial para evitar que los trabajadores sufran accidentes o enfermedades. La prevención no solo reduce los accidentes laborales, sino que también contribuye a un entorno de trabajo más seguro, aumenta la productividad y mejora la satisfacción de los empleados.
Sin lugar a duda, la seguridad y salud en el trabajo es una prioridad que afecta a todos los sectores, desde el sector agrario hasta el industrial, e involucra empresas de todos los tamaños y tipologías.
Los riesgos laborales se pueden clasificar en diferentes categorías dependiendo de su naturaleza. Estos incluyen:
Cada tipo de riesgo requiere de medidas específicas y adecuadas para garantizar la protección eficaz de los trabajadores y evitar que sufran un daño derivado de su actividad laboral.
El marco legal de la prevención de riesgos laborales está respaldado por una normativa sólida tanto a nivel nacional como a nivel de la Unión Europea. La legislación en esta área incluye directivas que establecen requisitos mínimos para garantizar que todos los Estados miembros adopten medidas preventivas adecuadas.
Por su parte, la Constitución Española y la legislación complementaria en cada comunidad autónoma también desempeñan un papel importante al velar por el cumplimiento de las obligaciones establecidas en cuanto a seguridad laboral.
En España, el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST) es una entidad clave en la promoción y apoyo técnico en la prevención de riesgos laborales. Este organismo se encarga de proporcionar asesoramiento técnico y desarrollar actividades formativas para mejorar las condiciones laborales y proteger la seguridad o salud de los trabajadores.
La Unión Europea ha jugado un papel fundamental en la promoción de la seguridad y salud laboral a través de diversas directivas y políticas de apoyo. Estos esfuerzos buscan homogeneizar las normas en todos los Estados miembros, de modo que las condiciones de trabajo sean seguras y saludables en toda la región. La UE también incentiva la inversión en innovación y tecnología para facilitar la gestión preventiva en las empresas.
En el ámbito nacional, la autoridad laboral y las administraciones públicas deben vigilar el cumplimiento de la normativa y sancionar a quienes incumplan sus obligaciones. Estas autoridades también proporcionan recursos preventivos y apoyo técnico a las empresas, especialmente a las pequeñas y medianas empresas que pueden carecer de los recursos necesarios para implementar todas las medidas de seguridad por su cuenta.
La evaluación de riesgos laborales es un proceso fundamental para identificar y analizar aquellos factores que podrían representar un riesgo grave para la salud o la seguridad en el trabajo.
Esta evaluación permite a las empresas adoptar medidas preventivas y hacer las modificaciones necesarias para mitigar dichos riesgos. Algunas de las estrategias clave en la prevención incluyen:
El empresario deberá proporcionar a sus empleados los medios necesarios para que puedan desarrollar su trabajo de forma segura. Esto implica no solo cumplir con la normativa sanitaria, sino también fomentar una cultura preventiva que promueva el respeto y la protección frente a los riesgos.
Para asegurar una protección eficaz en el entorno laboral, las empresas deben adoptar medidas necesarias para reducir los riesgos laborales. Estas medidas pueden ser de carácter colectivo, como la instalación de barandillas o sistemas de ventilación, o de carácter individual, como el uso de equipo de protección personal (EPP), tales como cascos, guantes o gafas de seguridad.
La protección individual es especialmente relevante en trabajos donde los empleados están expuestos a riesgos específicos que no pueden eliminarse con medidas colectivas. Además, el desarrollo de una estructura organizativa clara y la asignación de trabajadores designados para la gestión de la seguridad son pasos necesarios para asegurar que se cumplan las normativas y procedimientos.
La mejora de la seguridad y salud en el trabajo es un proceso continuo. Las empresas deben esforzarse por promover la mejora continua de sus medidas de prevención, ya que los riesgos laborales cambian con el tiempo y requieren de un monitoreo y ajuste constante. Esto incluye la incorporación de nuevas tecnologías, la actualización de los equipos de protección, y la mejora de los procedimientos de seguridad para adaptarse a las circunstancias cambiantes del ámbito laboral.
En última instancia, la responsabilidad de crear un entorno seguro recae tanto en los empleadores como en los trabajadores, quienes deben colaborar activamente en la actividad preventiva y en la protección colectiva. Solo con un esfuerzo conjunto se podrá asegurar que los entornos laborales sean seguros y saludables para todos.
En definitiva, la prevención de riesgos laborales es un pilar fundamental para proteger la salud y seguridad de los trabajadores en cualquier entorno de trabajo. La implementación de medidas adecuadas y el cumplimiento de la normativa reguladora no solo contribuyen a evitar accidentes laborales y enfermedades profesionales, sino que también mejoran el ambiente laboral y la productividad.
Además, la cooperación entre empresas, trabajadores, autoridades y organismos como la Unión Europea es clave para lograr una prevención eficaz y continua. Invertir en prevención no solo beneficia a los trabajadores, sino también a las empresas, y, en última instancia, a toda la sociedad.