por Olga Campuzano Palazón, alumna del MBA Part Time Dirección de Empresas de ENAE Business School.
¿Cómo vivir con tus creencias? Las creencias son las normas de tu vida. Siempre he creído que vivir de acuerdo a tus creencias era lo correcto, pero cada vez me doy más cuenta que estas pueden o no ser las ACERTADAS. El simple hecho de ser creencias no les confiere la potestad de ser correctas.
Existen diferentes tipos de creencias, religiosas, morales, políticas, alimenticias (sobre como es correcto alimentarse), y cada una de ellas guía al individuo en ese aspecto de su vida.
Ahora creo que las creencias son lo que hemos vivido y como lo hemos vivido, desde nuestra infancia hasta el día de hoy. Y que guían mi vida más de lo que yo puedo querer en determinadas ocasiones. Por lo tanto pueden limitar el crecimiento tanto personal como profesional de una persona, dependiendo de cuál sea la creencia, o bien, ayudarle a conseguirlo.
Desde la infancia nos van sucediendo acontecimientos que nos hacen pensar que las cosas son de una determinada forma: la correcta, y valoramos con esa regla de medir. Claro está que lo que para unos es de una forma para otros lo es de otra y ninguna tiene porque ser incorrecta, pero cuando lo asumes como valores en tu vida, ya te guías con ellos inconscientemente, y si los traicionas te sientes como si te estuvieses traicionando a ti misma, aunque en ocasiones sientes que podrías hacer las cosas de otra forma, que quizás te fuese mejor, o por lo menos diferente.
Si no te sientes a gusto con la vida que tienes, con las creencias que tienes, ¿las puedes cambiar?, la respuesta seguramente es sí, pero creo que debe resultar difícil hacerlo. Están arraigadas en nosotros desde hace tiempo, en ocasiones, como el mundo nos las reafirma creemos aun mas que son ciertas, y decidir cambiarlas tiene que suponer un reto personal importante.
¿Cómo las podemos cambiar? Supongo que con constancia, pero el primer paso sería saber cual o cuales merece la pena mantener y cuáles no, debe ser como un autoexamen interior, que en ocasiones será necesario realizar con personal externo para poder tener puntos de vista más objetivos de la situación. Una vez seleccionadas, debe ser la misma persona la que asuma que quiere modificarlas y actuar de forma diferente. No es una decisión fácil ni se puede hacer porque alguien te lo diga, tienes que ser tú el que se decida a hacerlo.
Se trata de encontrar aquellas creencias que nos ayudarían a vivir con mayor felicidad. Si lo consigues… enhorabuena.
Foto vía Psicoblog